sábado, 13 de noviembre de 2010

Lectura 5 - Capitulo III

CAPITULO III
EVOLUCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA:   DE LO FUNCIONAL A LO DISFUNCIONAL
Una familia funcional puede ir desarrollando casi imperceptiblemente una serie de características que lo van conduciendo hacia una disfuncionabilidad dependiendo de las características de esta para perfilar determinada patología familiar o individual. No existe una Disfuncionabilidad transitoria, es decir que una familia no puede ser funcional en un determinado momento y disfuncional posteriormente dado que para que sea considerada como tal es necesario que permanezcan las pautas disfuncionales un tiempo indefinido produciendo trastornos específicos o inespecíficos en sus integrantes.
La confusión puede surgir en los trastornos transitorios de las familias causadas por los conflictos intrafamiliares, crisis accidentales o naturales y que producen reacciones inadecuadas en su familia.
3.1.1- Evolución hacia lo disfuncional en cuanto a los roles complementarios
Los roles complementarios-disfuncionales se conciben como el reemplazo en el desempeño del rol original establecido por la propia familia o la sociedad para uno de sus integrantes de parte de uno de sus miembros exonerándolo de dicha responsabilidad. La disfuncionabilidad en cuanto a roles complementarios le impide a su integrante el entrenamiento e incorporación de conductas saludables que le posibiliten en etapas más avanzadas de su vida la internalización de conductas mucho más complejas y útiles para su desarrollo personal.
3.1.2.- Evolución hacia lo disfuncional en lo concerniente al equilibrio familiar y la resistencia al cambio
Todo grupo familiar se estructura y genera una dinámica particular que le otorga un equilibrio armónico y persistente en su ciclo vital.
Existen familias que son resistentes al cambio y/o modificaciones en su interior, pero a la vez cuando suceden las crisis naturales que éstas suelen vivir tienden a retornar a su habitual posición de armonía y de equilibrio, reestructurando sus roles o la estructura organizacional de sus miembros. La flexibilidad con que una familia modifica sus roles o se adapta a nuevos y numerosos cambios depende de sus recursos y las metas que ésta tenga, las cuales deben de ser compatibles a la vez con las metas y recursos de sus propios integrantes. No obstante existen ciertas familias que se resisten a las modificaciones que su ciclo vital y su propia historia les imponen. La no aceptación implícita del crecimiento de los hijos a quienes sobreprotegen y sustituyen en sus roles, impidiendo su desarrollo psicológico y/o social.
La mayoría de los cambios en la familia producen crisis en su interior lo cual hace que sus integrantes movilicen sus propios recursos para retornar a su antiguo estado de equilibrio. De no existir flexibilidad para reacomodarse a las crisis naturales o accidentales y superarlas, surge una disfuncionabilidad que pone en peligro la salud mental de sus integrantes.
3.1.3- Evolución hacia lo disfuncional en cuanto a la organización y la normatividad en la familia
Una familia se organiza de acuerdo a los roles que la comunidad ha propuesto para todas las familias y en compatibilidad con los proyectos, recursos y metas de ésta y de sus integrantes. La forma de organizarse y normar los comportamientos es en base a reglas explícitas.
3.1.4-  Evolución hacia lo disfuncional en cuanto a la familia y su identidad
Los miembros de la familia en base a los lazos de consanguinidad, afectivos y a su historia, se cohesionan, unen e identifican. Ante la amenaza de agentes externos que ponen en riesgo alguna información “secreta” patrimonio exclusivo de la familia, ésta se une y cohesiona con mayor fortaleza para protegerse del desequilibrio que pueda causarle y del trastoque de la imagen de la familia, referente a la identidad familiar su relación familiar puede cumplir un doble rol: el funcional por que los protege y fomenta la identidad de sus integrantes hacia un grupo saludable, promoviendo la incorporación de sistemas de conductas y valores que en la familia se preconizan. Y el disfuncional por que ante la crítica a uno de sus miembros o su cuestionamiento ésta se cierra, sin analizar ni reflexionar ante la verdad o falsedad de la información impidiendo la modificación de dicho comportamiento. Esto explica el por qué en ciertos grupos familiares los enfrentamientos con la norma social de parte de uno de sus integrantes no son debatidos soterrando dicha conducta promoviendo su perpetuación.
3.1.5- Evolución hacia los disfuncional referente a la herencia y el ciclo vital familiar
Toda familia consta de dos elementos intrínsecos: el aspecto biológico donde está situado lo genético y el aspecto antropológico/cultural donde está situado el devenir de sus individualidades es decir con sus usos, costumbres, y sistemas de creencias, los cuales después de cumplir su ciclo de vida, desaparecen, a esto se le denomina “Generaciones”. La sumatoria de estos dos aspectos: el genético más el generacional integran la historia de una familia esto es lo equivalente a la herencia de los cuales no está exento ningún miembro del sistema familiar y ninguna familia. Su historia consta de una serie de eventos que han diseñado y realizado sus integrantes de manera individual y como grupo familiar. Su historia los une y tratan de conservarla, pero también puede amenazar desintegrarlos. Eventos de los cuales pueden sentirse orgullosos y vanagloriarse o pueden deshonrar y devaluar la imagen familiar hace que utilicen mecanismos psicológicos en el interior de la familia para evitar sean divulgados si no los creen convenientes. Dichos mecanismos pueden sustituir el significado de los hechos como también al significante de los mismos para ello comparan el evento y si lo observan amenazante lo modifican.
3.1.6- Evolución hacia lo disfuncional en lo referente a la preservación de la historia familiar
Algunos de los acontecimientos relevantes que suceden en las familias son transferidos de generación en generación como fuentes orales, estos con el transcurrir del tiempo pueden ser distorsionados o conservados casi intactos convirtiéndose a veces en dogmas familiares. Sin embargo también existen ciertos acontecimientos familiares que de ser difundidos al exterior debilitan y hasta distorsionan la imagen de la familia. Si alguno de los integrantes mantuvo una conducta disocial o antisocial que denigra el buen nombre de la familia, éste evento puede ser explicado de una manera distorsionada o de lo contrario a pesar de estar informada la familia se puede convertir en un “tabú”, siendo considerado como un evento que no se comenta, cuestiona, ni revisa. Existen hechos realizados por alguno de los integrantes de la familia que a pesar de ser conocidos por casi la totalidad de sus miembros e incluso en el exterior del grupo familiar no se comentan convirtiéndose en un “secreto a voces”, siendo la propia familia quien establece los límites para que la imagen de ésta no se distorsione y conserve cohesionada, con proyección positiva y esté en la capacidad de desarrollarse a través del tiempo. Con relación a las adicciones a las relaciones coitales de parte del padre o del abuelo, la negación de haber tenido hijos en el exterior de la familia es lo común y a pesar de ser conocido el hecho entre la unión familiar, e incluso fuera de ésta, se convierte este hecho en un “Tabú”, del cual no se habla, o si se hace, se realiza en corrillos o en la penumbra de una conversación alrededor de una fogata de campamento en un fin de semana. Las crisis familiares suelen suceder a veces ante la muerte del padre cuando el hijo “ilegal” acude al velorio y a la familia no le queda otra alternativa que aceptarlo o en su defecto rechazarlo, negando su vinculación familiar.
3.1.7- Evolución hacia lo disfuncional en cuanto a la estructura del esquema triangular
La figura geométrica del triángulo es utilizado como el esquema básico del grupo familiar, el cual a la vez distribuye y propone la manera de cómo se establecen los lazos afectivos entre su familia, los roles y su autoridad. Se supone que los padres se ubican en el cono superior del triángulo estando en la base los hijos del grupo familiar y los demás integrantes de ésta.
En el esquema observamos que la Estructura familiar ubica a sus miembros en el lugar que les corresponde desempeñando los roles de padres, hijos y hermanos sin invadir espacios ni funciones.
Los padres como autoridad, ostentan el poder y lo delegan según los roles complementarios funcionales.
ESQUEMA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA DE LA FAMILIA FUNCIONAL
En el esquema observamos que la Estructura familiar ubica a sus miembros en el lugar que les corresponde desempeñando los roles de padres, hijos y hermanos sin invadir espacios ni funciones.
Los padres como autoridad, ostentan el poder y lo delegan según los roles complementarios funcionales.
ESQUEMA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCIONAL ADICTÓGENA EN SITUACIÓN DE COMPETENCIA POR EL PODER
En este esquema observamos que el hijo adicto compite con la autoridad de los padres. Después de haber estado en el nivel que le corresponde, es decir con sus hermanos, se ubica encima de ellos y teniendo además poder sobre sus hermanos. El régimen que impone, es el miedo, la violencia, la inseguridad, el desconcierto.
Conforme avanza la adicción los padres se van quedando sin poder ante este hijo y desautorizados por los demás hijos.
ESQUEMA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCI0NAL ADICTÓGENA EN SITUACIÓN DE OMNIPOTENCIA
El hijo ha abandonado el nivel que le corresponde, en un determinado momento ascendió a competir con la autoridad de los padres y ahora está sobre ellos y lejos de sus hermanos. La familia en esta etapa se organiza y estructura en base al comportamiento adictivo del miembro enfermo, modificando sus horarios familiares y normas para cautelar sus bienes personales y de la familia.
Esta caracterización se presenta en la fase de adicción asociada a personalidad psicopática o pueden también establecer alianzas con él, extrayéndolo de los problemas en que se involucra
ESQUEMA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCIONAL ADICTÓGENA DEL ESPOSO-ADICTO EN FUNCIONES DE OMNIPOTENCIA
El esposo adicto está por encima del rol de la esposa. Los hijos están desvinculados de la relación parento-filial. Esposa involucrada en controlar la conducta autodestructiva y destructiva de su pareja descuida las funciones de madre y los hijos tienen que desempeñar roles coadictivos. Al final, en un intento de controlar la conducta del esposo, el es quien controla la situación.
ESQUEMA TRIANGULAR DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR DISFUNCIONAL ADICTÓGENA DEL TERCERO EXCLUIDO
Los padres están involucrados en una relación adictógena atipica y el hijo se convierte en adicto cuando la amenaza de separación de los padres existe, por lo tanto uno de los hijos que asume un rol coadictivo desarrollando una conducta de consumo o adicción a drogas para evitar que los padres se separen. El hijo está marginado, porque los padres han fracturado el triángulo familiar, lo han excluido, por ello se le llama tercero excluido.
Existen sistemas familiares donde la historia familiar está por sobre la estructura de la familia, sacrificando a los integrantes de la misma.
Es más importante para algunas personas el pasado y su conservación que la realidad y salud de sus integrantes. La forma como se conduzca la administración del poder y la autoridad en el interior de la familia es importante para el desarrollo y crecimiento de sus integrantes, lo cual da origen a los roles y las relaciones entre su familia de manera tal que existen estilos de autoridad, circulación de la comunicación, formas de expresar el afecto, maneras de administrar las normas familiares que perfilan determinados patrones de crianza de los hijos así tenemos:
3.2- PERFIL PSICOLÓGICO Y PSICOPATOLÓGICO DE LA FAMILIA DISFUNCIONAL ADICTOGÉNICA
Los factores selectivos de riesgo para el surgimiento en una familia de un cuadro de adicción de diverso tipo pueden clasificarse en los niveles de elevado, mediano y bajo riesgo.
La determinación del nivel depende de la suma de los factores que en la familia se conjuguen, la intensidad con que se manifiestan y las características propias de los individuos con que compatibilizan.
Características clínicas que están presentes en las familias en casos de adicciones tanto de las convencionales como en la atípica.
Los padres compiten entre ellos por el ejercicio del poder administrativo del hogar, el tener la verdad a su favor o la ascendencia en sus integrantes. Dicha lucha también puede ejercerse competitivamente contra uno o varios hijos.

b. Abuso de licor y/o otras sustancias que producen dependencia sean estas legales o no en alguno de sus miembros.
c. Ambos o uno de los progenitores presenta dificultades para relacionarse satisfactoriamente con los demás miembros de su propia familia. Dicha conducta motiva el evitarlos activamente, son distantes, inexpresivos, desamorosos, breves en su comunicación. No obstante los culpabiliza, critica o censura por ser expresivos de sus sentimientos entre ellos.
d. Los principios, valores, hábitos o comportamientos abiertamente opuestos entre los padres generan contradicciones con los hijos por lo cual para reducir esta controversia y afirmarse en su status parental, desarrollan una serie de “alianzas patológicas” con el objetivo de captar la lealtad de los hijos. Dichas alianzas las inician, mantienen y desintegran de acuerdo a su conveniencia.
e. Ambos o uno de los padres presenta comportamientos obsesivos/ compulsivos hacia el manejo de aparatos electrónicos o instrumentos diversos, dificultando o interfiriendo de esta manera en el contacto saludable con su familia. Comportamientos del tipo: obsesión/ compulsión por ver televisión, en el manejo de aparatos de computación, juegos electrónicos, máquinas tragamonedas.
f. Maltrato o violencia física o verbal de uno de los cónyuges hacia el otro o dirigida a los hijos. Este puede ser de forma grosera hasta maneras muy sutiles de manifestar la agresión.
g. Comportamientos sexuales inapropiados de parte de alguno de los padres hacia el hijo o la hija que van desde el presentarse en ropa interior con intención provocativa, exhibicionismo del cuerpo, coqueteo, seducción, pudiendo llegar hasta el incesto.
    En los casos de adicción al alcohol suele encontrarse  casos de incesto del tipo padre hija; también se han encontrado casos de esta misma relación, en los adictos al trabajo donde el abuso de sustancias glucosadas o chocolatadas es también común hallar.
h. Conversaciones cargadas de persistencia en la lucha por “tener la razón”, lo cual genera discusión y tensiones constantes o concluye en la aceptación estratégica de uno de miembros con el inmediato resentimiento.
i. Períodos en los cuales después de una conversación conflictiva, altercados de pareja, discusiones o “retiradas estratégicas” los padres dejan de hablarse con la intención de mostrar disconformidad, sancionar al otro u obligarlo a que modifique su comportamiento.
    Estos períodos de silencio pueden prologarse por tiempo indefinido, siendo la comunicación a través de los hijos o terceros. En ciertos Hogares Disfuncionales cuando sucede este tipo de disloque de pareja algún hijo o hija sirve de nexo entre el silencio de ambos padres. Se puede observar también que con el transcurrir del tiempo el hijo o hija que sirve de nexo entre ambos va sustituyendo en sus roles y funciones a alguno de ellos por que el otro padre le va otorgando poder ante los hermanos e incluso ante su propia pareja.
j. El desarrollo de algún hábito familiar obsesivo: limpieza de la casa, (trabajo, juego de azar o apuesta,) fanatismo deportivo, político o religioso. Compulsión por el ahorro, la conservación del peso o figura corporal mediante dietas las cuales inician y abandonan para luego de algún tiempo cambiar de programa y reiniciar otro plan dietético con el mismo objetivo.
Constantes demostraciones sobrecargadas de afecto que pueden ir desde la fragilidad del llanto y “bajeza emocional”, hasta comprometerse afectivamente llegando de manera irracional hasta el auto sacrificio u otras conductas de postergación. Estas pueden ser causales para impedir el contacto familiar saludable y la intimidad entre su familia.
k. El uso indiscriminado de medicamentos o la adicción a ellos lo cual se denomina “criptofarmacodependencia”, se describe como el comportamiento mediante el cual los padres se auto prescriben y auto administran sin prescripción, medicamentos de diverso tipo. O se está en la busqueda constante de sustancias, pócimas, infusiones, para mejorar la salud o elevar el rendimiento de su propio organismo.
    Este tipo de familia tiene sus botiquines atiborrados de sustancias farmacológicas.
    Los hijos aprenden el manejo de fármacos de manera arbitraria e indiscriminada y ante la menor perturbación psíquica o somática recurren a su uso dificultando el desarrollo de sus potencialidades para el manejo adecuado de sus problemas. La baja tolerancia al dolor físico o psicológico es lo característico en su familia.
    Este hábito familiar conduce al usuario a abusadores o adictos a sustancias químicas legales y conduce al riesgo de que ingresen al consumo de sustancias psicoactivas ilegales.
l. Los padres o alguno de los integrantes de la familia consume o consumió sustancias químicas ilegales. No es necesario que el usuario esté en pleno proceso de psicopatización o que en él se halle instalada una psicopatía secundaria. El factor de elevado riesgo radica en que la disposición al consumo o la flexibilidad hacia este y consecuentemente al tráfico de drogas lo hagan tener una mentalidad doblegable y blanda hacia lo marginal e incompatible con los criterios de valor y en conflicto con la norma social. Demás está decir que si el consumo de la sustancia química ilegal se presenta activo, la disfunción familiar es más profusa y compleja por ende dicho factor ocupa el nivel de elevado riesgo.
m. Los padres o alguno de los miembros familiares desarrolla algún comportamiento enmarcado dentro de las denominadas adicciones no convencionales, una de ellas puede ser hacia el trabajo. Esta adicción suele pasar desapercibida por cuanto se está viviendo en una situación de crisis económica, lo cual demanda una mayor actividad laboral por lo tanto, quedan encubiertos. Las adicciones hacia el deporte y a las relaciones coitales, también son factores de riesgo selectivo. Los denominados “mujeriegos”, los cuales con longeva edad suele llamárseles: “viejo verdes” y a las mujeres “rabo verde”, promueven un concepto caído de la fidelidad de pareja y un deficiente modelo para el aprendizaje del autocontrol hacia lo sensualista en los hijos. La permisividad con que se asume la infidelidad dentro de la pareja puede deberse a dos causales, una por conveniencia económica dado que el cuestionamiento de tal comportamiento puede ocasionar el retiro del adicto del hogar y por ende la supresión del ingreso económico. Demás está decir que los patrones culturales también se muestran más blandos hacia la infidelidad masculina que con la femenina. La otra causal de permisividad hacia la infidelidad podría ser una adicción hacia la pareja o en todo caso también la co-adicción, los cuales presentan características clínicas correspondiente a las adicciones no convencionales.
n. Otro de los factores se refiere al proceso comunicacional de sus miembros. Las excesivas verbalizaciones entre los integrantes durante una conversación suele a veces enmascarar una disfuncionabilidad. El plantear importancia suma al lenguaje verbal y sus propiedades como son: construcción de las oraciones, formas de verbalizarlas, precisión en la utilización de los términos, etc. promueve actitudes de “esconderse detrás de las palabras”. La demanda constante e incisiva del uso adecuado del lenguaje verbal impide el contacto afectivo o emocional, siendo lo más importante el como se comunica la información y no, que se comunique.
o. La rigidez o severidad en los reglamentos y normas familiares y su cumplimiento promueve que las emociones o sentimientos no se expresen de manera saludable y espontánea. Personas que se desarrollan en hogares con esta caracterización son propensas a presentar consumo de alcohol de manera precoz para provocar la emergencia de afectos o emociones que están instaladas en el repertorio del comportamiento pero que carecen de pulsión suficiente para su emergencia. No es extraño encontrar en hogares con estas características cierto abuso a analgésicos, anfetaminas, marihuana, o precozmente a tabaco.
p. Grupos familiares donde las conversaciones no se presentan de manera fluida o espontánea sino con mucha interferencia, insultos, groserías, gritos, chillidos, llantos, silencios, evasiones físicas, empleo de datos fuera de contexto , “tu padre también fue como tú”, “esa conducta te viene de familia”, la otra vez hiciste lo mismo”, concluyendo en discusiones o altercados. Lo más importante para ellos es la defensa de lo manifestado, y no la intención de intercambiar informes o efectuar transacciones, negociaciones o conciliaciones en sus diferendos. A esto se suma en que luego de concluida la discusión los lapsos en que la comunicación verbal queda suspendida es prolongada, generando tensión entre los hijos.
3.3.- LA FAMILIA DISFUNCIONAL ADICTÓGENA Y UN MIEMBRO ADICTO ENTRE SUS INTEGRANTES
En ciertas familias el manejo y control de un caso de consumo de drogas en un primer momento suele ser la movilización parcial o total de sus integrantes. A veces también pueden asumir una indiferencia extrema, esto debido a que en los inicios del caso los comportamientos del usuario a drogas no están lo suficientemente graves y los problemas familiares que ocasiona no son de relevancia movilizadora. No obstante lo que suele suceder comúnmente en los casos, es que la familia se moviliza modificando sus Roles Complementarios sustituyendo algunas veces al familiar adicto en las funciones que tradicionalmente venia desempeñando. No obstante de una u otra forma se va a modificar el clima en el sistema familiar. Los padres se relacionan ahora de una manera diferente a como lo venían haciendo antes de descubrirse el consumo. Al igual que el subsistema fraterno como cuando aparece un caso de psicosis en cualquier familia. Los diversos comportamientos que suelen modificar los integrantes van a favorecer o dificultar de manera directa o indirecta el consumo a sustancias químicas y por ende también a dificultar o facilitar el diseño y desarrollo de la terapéutica des adictiva correspondiente. Con referencia a las adicciones atípicas o no convencionales la situación se plantea diferente, por cuanto éstas no están lo suficientemente difundidas en la comunidad, esto hace que la intervención terapéutica hacia el adicto tarde en efectuarse y cuando esto ocurre es cuando los rasgos clínicos se han hecho evidentes y su evolución ha llevado a complicar el caso con pronóstico reservado. La prescripción indefinida de medicamentos de parte del médico para controlar el comportamiento “obsesivo” del adicto se suele prolongar en ciertos casos por tiempo indefinido considerándose a veces esta conducta dentro de un cuadro neurótico obsesivo compulsivo y no como una adicción atípica con una nosografía diferencial y perfil clínico unívoco. Los terapeutas necesitamos estar bien informados de esta dinámica en la constelación familiar dado que la variación de los roles y funciones que tradicionalmente se venían desempeñando ahora se van a modificar mediante el desarrollo “de los roles complementarios disfuncionales” y de esta manera a dificultar o facilitar la adicción y por ende el diseño y aplicación de la terapéutica des adictiva.
3.3.1- Características individuales en los integrantes de una familia disfuncional/Adictogénica
Las características de sus integrantes cambian con el tiempo movilizando una serie de conductas para adaptarse a su nueva realidad, siendo estas las principales características que presenta.
a. Comportamientos influidos/influyentes
Es decir que considerando a la familia como un sistema, cada integrante influye en la conducta del otro y viceversa para conservar  el equilibrio familiar y sobrevivir dentro del sistema. Cuando se descubre un caso de adicción entre sus integrantes, uno de los elementos que inmediatamente se moviliza es los “Roles Complementarios” afín de evitar o controlar la adicción, deterioro y los problemas que pueda contraer a la familia. Dichos Roles Complementarios pueden ser ejercidos por la madre o alguno de los familiares afectivamente más próximo a éste o con mayor ascendencia por lo tanto también pueden ser involucrados el padrino, tío, sacerdote, el policía, etc. A medida que la adicción se torna insidiosa y el proceso de psicopatización lo aproxima mas hacia la psicopatía secundaria y a la instalación definitiva de una adicción, el comportamiento del adicto influye sobre su familia de manera múltiple haciendo que sus integrantes ahora desempeñen y sustituyan las funciones que anteriormente ejercía éste realizando una serie de Roles Complementarios que van desde los funcionales hasta los irracionalmente disfuncionales. En la mayoría de las adicciones atípicas los roles complementarios se modifican en los últimos estadios de la enfermedad los cuales influyen y serán influidos por su familia.
b. Deficiente interpretación de la realidad
Cuando no existe el factor predictivo los integrantes de la familia mantienen la creencia que el consumo de drogas o el desarrollo de la adicción atípica es individualizada, sin percatarse o llegar a admitir el rol que están o han venido desempeñando dentro de la historia familiar. Ante una disfuncionalidad de este tipo para la conservación de la unidad y cohesión familiar y “perpetuar el buen nombre e imagen de la familia”, restablecer el equilibrio, evitar la desintegración del grupo familiar, etc., la familia elabora una serie de constructos que les permite interpretar la realidad de una manera muy peculiar y distorsionada, lo cual les posibilita exculparse de la responsabilidad que les corresponde y buscar, entre otros mecanismos; terceros responsables, etc. En base a esto algunos de ellos se sienten culpables, otros se autoexcluyen, implementándose roles complementario o simplemente se ubican al margen del problema.
c. Manifiestan reacciones automáticas y compulsivas
Esto significa que la manera de reaccionar ante la conducta disocial o compulsiva del adicto es de manera pronta, rígida y sin reflexionar en dicha conducta. Los adictos a la cocaína o al alcohol pueden interpretar automáticamente que una mirada del padre, o un tono de voz específico de parte de la pareja es significativo de rechazo o crítica lo cual les genera malestar y culpa y por ende tienen que irse de casa pues sienten dicha atmósfera persecutoria; este malestar psicológico mal manejado en ellos le provoca angustia que la reducen con el comportamiento de consumo o propiedades químicas de la sustancia. De la misma manera un adicto al juego puede decir que no le queda otra alternativa que ir al casino y apostar. Con los demás integrantes de la familia también suele suceder lo mismo,  cuando el adicto recae: se culpabilizan, enferman, desesperan, se van de casa; existen casos en que la madre se marcha de casa con el hijo adicto abandonando al esposo y los demás hijos, como reacción automática y compulsiva, ante la crítica del padre o rechazo de los hermanos.
                d.            Los roles complementarios disfuncionales adictogénicos son multifuncionales
Cada integrante de la familia originalmente desempeña roles que la sociedad o la propia familia le ha encomendado,  el rol de padre, de hermano, de hijo, etc. pero en las familias disfuncionales adictógenas, dichos roles son alterados y de manera secuencial sus integrantes pueden desempeñarlos en sustitución del miembro que originalmente le correspondía. Desarrollando cada integrante un rol específico que puede abandonar en determinado momento siendo otro de los integrantes el que lo sustituya. Esta multifuncionalidad también puede ser ejercida por personas ajenas a la familia por ejemplo la enamorada, novia o recién desposada  la cual ejerce un rol controlador y de supervisión. Existen casos en que la familia favorece, estimula y crea las condiciones para la convivencia, noviazgo o matrimonio del adicto por que la familia al final se excluye de ejercer el rol complementario, controlador el cual pasa a ser ejercido por la pareja. Esta situación se consolida si ella posee un Factor Predictivo de Adicción (Personalidad Adictógena) o instalada una adicción a las personas. Esto se realiza por necesidad de guardar el equilibrio familiar. Esta característica se puede también explicar mediante la “Teoría de las Valencias”, cuando un miembro del grupo familiar presenta una sobrecarga emocional que no está en condiciones de tolerar requiere de otra persona sobre la cual drenar esta sobretasa por lo tanto el grupo mas afín y próximo es la propia familia de manera tal que alguno de sus miembros se convierte en el “Depositario gratuito” para dicha función; de no existir un “voluntario” que recibe la sobrecarga de tensión, responsabilidad, agresión, violencia, se redistribuye entre su familia
Entonces estos se redistribuyen entre los integrantes de tal manera que alguien va a recibir mas del que le corresponde y los que es mas: va a recibir tal vez mas del que puede tolerar y así de manera indefinida, estando en riesgo de presentar en el futuro alguna patología compatible, siendo en este caso esta persona el síntoma de un clima familiar no saludable.
e. Los roles complementarios disfuncionales adictogénicos mantienen la adicción
Esto significa que ante la detección de un caso de adicción el papel que inician o vienen desempeñando los integrantes de la familia de no ser identificado y sustituido a tiempo por otros roles saludables y constructivos, pueden mantener la adicción y llegar a fraccionar o desintegrar a la familia, por cuanto el adicto después de haber pertenecido al subsistema de los hijos, asciende luego al subsistema parental compitiendo en el poder con los padres: incumpliendo las normas familiares y los reglamentos de manera tal que la normatividad y organización del hogar referente a los horarios, la permanencia en casa, el cautelar los bienes patrimonio personal o de la familia, etc., se establece en razón de controlarle la conducta adictiva y el daño que pueda causar al entorno socio-familiar. De evolucionar la adicción y no modificar la familia los roles Complementarios Disfuncionales Adictogénicos, el adicto sobrepasa el subsistema parental ubicándose en un nivel de omnipotencia, (por sobre los padres) desarticulando a la unión familiar.


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